Como
ya comentamos en la primera práctica, las Tic invaden nuestro día a día. Por
tanto, es lógico pensar que nuestros alumnos se hallan inmersos en éstas y que son partícipes activos en su devenir. Este hecho nos lleva a una
pregunta fundamental como docentes: ¿debemos tenerlas en cuenta? Creo que la
respuesta es sí.
Opino
que las Tic no deben ser el pilar fundamental de la enseñanza; al contrario, considero que debemos mejorar innumerables aspectos educativos y que valerse únicamente de éstas no será la solución
a todos nuestros males. Estamos ante unas buenas herramientas que nos servirán para conectar con
nuestros alumnos y hacerles más directo y ameno el aprendizaje. Como ya han apuntado otros compañeros, el cambio producido
por la tecnología ha cambiado aspectos de nuestra vida. La forma en que nos
relacionamos con los demás, como trabajamos, como aprendemos….
De esta menera, abogo que provechemos
decididamente lo que nos ofrece las nuevas tecnologías de forma racional y con
un claro propósito de utilidad. Nuestros alumnos se sentirán cómodos y verán
cómo el conocimiento está ahí mismo, únicamente deben ser guiados en su
búsqueda.
Para
finalizar mi reflexión, os dejo un enlace muy interesante sobre las tecnologías
educativas desde sus orígenes hasta su impacto actual en nuestra sociedad.
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